Frente a este trozo de ciudad más que hablar de un resultado hay que hablar de un proceso, estamos en presencia y observamos la confrontación de dos ordenes muy disímiles, la ciudad jardín y la ciudad de las torres. El eje Vitacura nace de la confrontación de ambos tipos de ciudades.
Los objetivos principales están en generar un nuevo borde y fachada a la calle, nuevo espacio peatonal “Boulevard Cordillera”, y una nueva centralidad
La idea central es definir una propuesta realista y factible, que permita su implementación inmediata, prescindiendo de acciones de compleja y costosa ejecución. Operar a través de un nuevo sistema normativo que permita orientar y fijar ciertos parámetros morfotipológicos, que con el tiempo y de manera gradual transformen la imagen de la Avenida Vitacura.
Los objetivos fundamentales de esta estrategia:
– Alineación de las Fachadas, una visibilidad clara del “volumen” en vacío de la calle.
– Generación de tensiones visuales a partir de la alineación diagonal de ciertos volúmenes claves al interior de la manzana y la alineación de edificación continuas perfilando la sinuosidad en las fachadas laterales de las calles existentes.
– Regulación de la permeabilidad y la luminosidad hacia el costado norte de la Avenida Vitacura generada por la regulación de la altura de la placa y del ritmo de construcciones altas.
– Autonomía de cada edificio, proponiendo que existirán elementos comunes como cornisas y voladizos que ayudarán a la continuidad
– Esquinas con volúmenes de mayor altura definiendo las puertas de los corredores de sur a norte
En medio de ambos bordes asimétricos el espacio de la Avenida Vitacura cobra su valor en la configuración del BOULEVARD CORDILLERA. Un nuevo espacio peatonal de 18 metros de ancho, protegido por frondosos árboles que permiten múltiples usos y actividades. Aquí se dará el pasar y el permanecer tendrá lugar a la cultura y el comercio lo urbano y lo natural.